Leer | Juan
6.5-14 | Hace algunos años, nuestra iglesia se estaba preparando para adquirir
una propiedad costosa, y nuestro deseo era realizar la compra sin endeudarnos.
Una semana antes del plazo dado, habíamos reunido menos de la mitad del dinero;
completar el resto parecía imposible. Mencioné nuestra necesidad a la
congregación, y después del primer servicio, una joven pareja se me acercó y me
dio el anillo de matrimonio del esposo para utilizarlo en el pago. Ellos
insistieron en que yo tomara el anillo, a pesar de que estaban en una situación
económica difícil, y tenían un bebé en camino.
Durante el
segundo servicio, saqué el anillo y conté el sacrificio que había hecho esta
pareja. Entonces sucedió la cosa más asombrosa. La gente comenzó a fluir por el
pasillo y donar toda clase de cosas —yates, casas, joyas, automóviles. Al final
de ese servicio, teníamos exactamente la cantidad de dinero que necesitábamos.
Nada es
imposible para nuestro Padre celestial. Él utilizó un humilde anillo para
recaudar más de dos millones de dólares en un solo día, así como una vez tomó
prestado el almuerzo de un niño para alimentar a cinco mil hombres.
Nosotros,
con frecuencia, preguntamos: “¿Qué voy a hacer?” En vez de preguntar: “Señor,
¿qué es lo que Tú vas a hacer?” Dios tiene un plan para guiarnos por el camino
seguro a través de cualquier situación, si simplemente confiamos en Él, en vez
de hacerlo en nuestros recursos.
Confíe en
su Padre celestial para todo lo que necesite. Él ha prometido cubrir las
necesidades de sus hijos, y conoce la mejor manera y el mejor momento para
hacerlo.
(En
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