miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿Cómo salir de las crisis que tocan a nuestra vida y familia?






Estudio de Guerra Espiritual | Un hombre de la antigüedad marcó su generación. De él se dice que era un hombre íntegro, caminaba conforme a la voluntad de Dios, y además, eliminó de todo el territorio sobre el que gobernaba, los templos y las imágenes paganas a las que se rendía idolatría. “Será un buen rey en Judá”, comentaban todos. Se referían al rey Ezequías (2 Reyes 18:1-5)


Cuando todo iba bien, tropas del rey Senaquerib invadió 46 ciudades de su territorio y puso los ejércitos enemigos alrededor de Jerusalén, donde residía Ezequías. La meta era entrar en la capital del reino, someter a todos sus habitantes y llevarlos presos a Asiria. El paso inicial era que le tributaran. Y Ezequías lo hizo: le entregó los tesoros del templo de Dios. ¡Tremendo error! No podemos rendirnos al enemigo porque el adversario siempre pedirá más! Igual ocurre con el pecado: Si nos permitimos un solo desliz, pronto habremos incurrido en pecados mayores.

Cuando llegó la crisis, porque era inminente la invasión del territorio, el rey Ezequías no se dejó gobernar por la desesperación sino que acudió a Dios.

“Una vez que los funcionarios del rey Ezequías le dieron a Isaías el mensaje del rey, el profeta respondió: «Díganle a su amo: “Esto dice el Señor: ‘No te alteres por ese discurso blasfemo que han pronunciado contra mí los mensajeros del rey de Asiria. ¡Escucha! Yo mismo actuaré en su contra,   y el rey recibirá un mensaje de que lo necesitan en su país. Así que volverá a su tierra, donde haré que lo maten a filo de espada’”». (2 Reyes 19:5-7. NTV)

¿Está enfrentando problemas? Nuestra recomendación es que vuelva su mirada a Dios. Él desea ayudarle. Alábelo por la situación que está viviendo porque Él se glorificará ayudándole a superar los problemas. El autor Andraé Corouch lo explica de la siguiente manera: “… me pregunto cuántos pudieron habar alcanzado alturas mayores, si hubieran aprendido a remontarse por encima de sus derrotas por medio de la alabanza. El secreto es sencillo, y hay algo inspirador en la respuesta a alabar y a regocijarse todo el tiempo.”(Don Gosset. “Avenida alabanza”. Editorial Vida. EE.UU. 1973. Pg. 6)

No deje que lo embargue la desesperación. Vuelva su mirada a Dios. Usted no está solo. El Señor desea ayudarle en todas las circunstancias. La ruta a seguir es sencilla: identifique el problema, sométalo a Dios, confíe en el Señor y espere en Él. La respuesta vendrá.

El autor Don Gosset lo explica de la siguiente manera: “He estado en toda clase de situaciones que no eran muy propicias para alabar a Dios. Pero estoy tan convencido respecto del poder de la alabanza cuando hay crisis, que muy pocas cosas me desconciertan ahora.” (Don Gosset. “Avenida alabanza”. Editorial Vida. EE.UU. 1973. Pg. 10)

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 El propósito de Dios para nosotros y nuestra familia, 
es que disfrutemos cada instante

Cuando el rey Ezequías decidió confiar en Dios, Él escuchó sus oraciones y respondió con poder, que es lo mismo que ocurrirá con nosotros si vamos a Él en oración.

Dice el texto bíblico que: “Esa noche el ángel del Señor fue al campamento asirio y mató a 185.000 soldados. Cuando los asirios que sobrevivieron  se despertaron a la mañana siguiente, encontraron cadáveres por todas partes. Entonces Senaquerib, rey de Asiria, levantó campamento y regresó a su propia tierra. Volvió a Nínive, la capital del reino, y allí se quedó. Cierto día, mientras rendía culto en el templo de su dios Nisroc, sus hijos  Adramelec y Sarezer lo mataron a espada. Luego escaparon a la tierra de Ararat, y otro de sus hijos, Esar-hadón, lo sucedió en el trono de Asiria.”(2 Reyes 19:35-37. NTV)

Estoy seguro que usted desea moverse en la dimensión sobrenatural de Dios. Todos lo deseamos. Y hacerlo es posible cuando sometemos nuestros problemas y crisis en manos de Dios. Él sabe cómo responder con poder a nuestro clamor. Y puedo asegurarle: es nuestro adversario el que tendrá que salir huyendo. No somos ustedes y yo, porque  es Dios quien pelea nuestras batallas.

Ser un triunfador en Cristo es posible. El primer y más grande paso que debemos dar, es entregar nuestra vida en manos del Señor Jesús. El segundo paso es movernos en Él, ya que tomados de Su mano poderosa, emprendemos el maravilloso camino hacia el crecimiento personal y espiritual que tanto hemos deseado… ¡Hoy es el día de tomar la decisión!

Por  Fernando Alexis Jiménez

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