LEA: 1
Pedro 1:22–2:3 | El documental Bebés, de 2010, seguía a cuatro niños nacidos en
circunstancias muy diferentes en Namibia, Mongolia, Tokio y San Francisco. La
película no contiene relatos ni diálogos entre los adultos; solo los sonidos
que emiten los bebés a medida que empiezan a descubrir el mundo en donde
nacieron. Balbucean y se ríen cuando están contentos, y lloran cuando les duele
algo o tienen hambre. ¡Y a todos les gusta la leche! Lo fascinante del filme es
observarlos crecer.
Tal como un
bebé quiere la leche, los seguidores de Cristo deben desear «la leche pura de
la Palabra» (1 Pedro 2:2 lbla) que produce el crecimiento espiritual. El
apóstol Pedro declara: «… deseen con ganas la leche espiritual pura para que
crezcan a una experiencia plena de la salvación. Pidan a gritos ese alimento
nutritivo» (ntv). Pedro le escribía a un grupo de seguidores de Cristo
dispersados por la persecución. Los instaba a dejar de lado los sentimientos de
enojo y de celos mutuos, el decir una cosa y hacer otra (v. 1); y a «[desear]
como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella
[crecieran] para salvación» (v. 2).
El Señor
nos invita a beber todo lo que necesitemos de su abundante provisión. ¡Le
encanta ver crecer a sus hijos!
Cuanto más
profundizamos en la Palabra de Dios, más crecemos.
(Nuestro
Pan Diario)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.