TAPALQUÉ.- " Yo no lo veía como a un
hombre, sino como a mi líder, mi pastor. Todo lo hacía porque tenía reverencia
hacia el líder de la religión que yo obedecía." Los dichos pertenecen a la
adolescente abusada y corrompida durante cinco años por un supuesto ministro de
los testigos de Jehová identificado como Jorge Torres, que -según la Justicia-
la obligó a tener sexo con desconocidos y la sometió a prácticas zoofílicas.
La adolescente, según se denuncia, comenzó a
ser abusada luego de ser bautizada en ese culto, a los 13 años. Desde entonces,
su vida siempre estuvo en riesgo. "Llegó a tener 20 lesiones", dijo
una fuente judicial. Fue atada, lastimada con fierros y alambres. Fue una niña
virgen sometida a vivir en un infierno.
Ayer, la
Asociación de Testigos de Jehová aseguró en un comunicado que "hace varios
años que [Torres] no es testigo de Jehová y, por lo tanto, no es cierto que es
referente o un líder de la congregación". No es lo que sostiene la
Justicia, que incluso consideró como agravante la condición de pastor del
acusado. "Torres tenía un poder de dominación sobre ella debido a que
tenía categoría de «anciano» dentro de la congregación y le debían respeto y
obediencia", dijo a la prensa un funcionario de la Fiscalía General de Azul.
"Este suceso
debe ser una advertencia sobre los alcances de sectas religiosas en jóvenes
vulnerables", consideró la titular del Juzgado de Garantías de Azul,
Mariana Iriani, que firmó la prisión preventiva de Jorge Torres, alojado en la
cárcel de General Alvear.
Mientras
tanto, en Tapalqué, una apacible ciudad del interior bonaerense, la vivienda
donde vivía Torres, se convirtió en un monumento del horror: "Morite
carnicero hijo de puta. Justicia violador", se lee en las paredes de la
cada situada en Manissolle 238. La vivienda, que anteayer fue incendiada por un
grupo de vecinos, huele ahora a humo.
A diez
cuadras de allí, en una pequeña casa frente a un campo donde sólo se escucha el
graznido de unos ganzos, una chica que ahora tiene 18 años intenta rehacer su
vida, junto a su mamá, Marina. "Ella está bien, se repone de a poco",
dijo la madre a LA NACION. Lo cierto es que se limita a ir al hospital para ser
atendida por psicólogos.
"Ella
es pequeña y siempre mira al suelo", contó Celeste, una joven que también
fue coaptada por los Testigos de Jehová. "Se dejó llevar por él, que era
un hombre morocho, atractivo, que siempre hablaba de paz. No se podía adivinar
que era un verdadero monstruo".
La víctima
se inició en los Testigos de Jehová en 2008, luego de la separación de sus
padres. Cuando tenía 14 años, según ella misma denunció ante la Justicia, se
habría producido el primer abuso sexual. En diciembre de 2011, Torres se separó
de su mujer, Natalia, y la llevó a vivir con él. "Mi vida se transformó en
un infierno. Vivía encerrada. Sólo salía de casa acompañada por este hombre.
Antes de irse cerraba todo con llave. Intenté escaparme un día tirándome por la
ventana del segundo piso de la casa. Pero Jorge había colocado hierros con
punta y me lastimé toda. Me violaba y me obligaba a tener sexo con personas que
no conocía", relató a la Justicia
Los padres
de la adolescente estaban al tanto de esa relación. "El nos mostró otra
cara. Yo sabía que tenían una relación, pero el último tiempo no la veía. Ella
recién se escapó cuando se dio cuenta de que la iba a matar. Entonces me contó
que todo el tiempo había estado amenazada", contó Mario, el papá de la
víctima.
La fiscalía
a cargo de Jorge Barda, también investiga la responsabilidad de los padres en
los delitos cometidos contra la chica.
(Yahoo
Noticia)
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