LEA: Isaías
6:1-6 | El lugar donde vivo me da el privilegio de disfrutar de muestras
espectaculares de la magnífica y creativa gloria de Dios. Hace poco, conducía
por el bosque y quedé sin aliento ante los intensos rojos y los variados
amarillos que decoraban los árboles otoñales, artísticamente distribuidos y con
un resplandeciente cielo azul de fondo.
Dentro de
poco, el rápido descenso de temperatura y los fuertes vientos me recordarán que
no hay dos copos de nieve iguales mientras se apilan creando un panorama de
cúmulos ondulantes de un blanco inmaculado. Más tarde, llegará el milagro de la
primavera, cuando lo aparentemente muerto vuelve a la vida con brotes y pimpollos
que pintan las praderas con múltiples colores.
Dondequiera
que miremos, el mundo evidencia que «toda la tierra está llena de su gloria»
(Isaías 6:3). Lo asombroso es que la creación que nos rodea está dañada por el
pecado (Romanos 8:18-22), y aun así, a Dios le ha complacido embellecer nuestro
panorama caído con estas adorables pinceladas de su mano creadora. Esto actúa
como un recordatorio diario de que la belleza de su gracia cubre nuestro pecado
y que su amor por lo caído está siempre a nuestra disposición.
Nunca
desperdicies una oportunidad de disfrutar de la hermosura de la naturaleza; es
la obra de Dios.
(Nuestro
Pan Diario)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.