Leer |
MATEO 4.1-11 | Como soldados del ejército de Dios, peleamos una batalla
espiritual. Para mantenernos firmes, debemos estar vestidos con el atuendo de
batalla cada día.
Asegúrese
de que sus pies estén calzados con el evangelio de la paz. Las botas de los
militares romanos tenían abrazaderas para ayudar a los soldados a mantenerse
firmes en la batalla. Del mismo modo, nuestro “calzado” espiritual nos da la
seguridad de que tenemos paz con Dios, y de que estamos seguros en Él (Jn
10.28).
Lleve el escudo de la fe. El recurso más poderoso que tenemos
como creyentes, es nuestra fe. Ella nos ayuda a resistir las tentaciones del
enemigo. Estamos bien protegidos detrás del escudo de la fe.
Use el yelmo de la salvación. La mente es el campo de batalla de
Satanás; necesita ser protegida concienzudamente y de manera efectiva. En una
batalla espiritual, la seguridad de que somos salvos nos ayudará a rechazar las
mentiras del enemigo, que pudieran llevarnos a dudar de Dios o a pensar de
manera contraria a su Palabra.
Lleve la espada del Espíritu. La Palabra de Dios es un arma de
ataque y también defensiva. Ella ataca en favor del evangelio (He 4.12), y
también nos protege. Como lo demostró el Señor Jesús en la tentación del
desierto, el diablo no puede sostenerse delante de ella.
La batalla
espiritual que se libra a nuestro alrededor es real y feroz (Ef 6.12). No
estamos en la reserva, esperando simplemente a ser llamados. Estamos en la
guerra. Soldado del Señor: ¿Está usted totalmente vestido para la batalla?
(En
Contacto)
Nice
ResponderBorrarearticlecity