sábado, 23 de noviembre de 2013

La demostración de paciencia




 Leer | Efesios 4.1-3 | Como hijos de Dios estamos llamados a demostrar paciencia en momentos de conflicto, pues Dios sabe que hay poder en la demostración de control. Nuestra tendencia natural es molestarnos cuando somos acusados injustamente, pero para reflejar a Cristo debemos:

 • Guardar silencio cuando somos atacados verbalmente. La ira de una persona puede alimentar la nuestra, y conducir a una discusión. En vez de eso, debemos dejar que esa persona diga lo que siente.

• Escuchar sin responder. Con nuestro silencio, puede que hagamos caso omiso al ataque verbal, pero debemos escuchar el malestar de la otra persona.

• Orar por quien nos ataca. Aunque no tengamos ganas de orar,  debemos hacer lo que Dios quisiera que hagamos.

• Controlar nuestros pensamientos. Debemos enfocarnos en Dios y en lo que Él piense de nosotros, no el conflicto.

• Controlar nuestras emociones. Debemos confiar en que el Espíritu Santo nos indicará la respuesta adecuada.

• Estar listos para perdonar. Debemos ser pacientes cuando seamos tratados injustamente, y estar dispuestos a dejar ir nuestro dolor (2 Ti 2.24).

• Decir palabras de estímulo. Es bueno expresar aprecio cuando alguien trae una preocupación a nuestra atención —y pedir perdón si hemos cometido un error.

A nuestra naturaleza humana, estas cosas pueden parecer absurdas e inútiles, pero en realidad, es todo lo contrario. Hay un gran poder en la paciencia, pero son muy pocos quienes la practican bien.

Responder correctamente deja una huella en los no creyentes, quienes notarán algo en usted que ellos también necesitan.

(En Contacto)

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