Familia | Este
artículo tiene como propósito dar a conocer los síntomas del bullying, qué se
debe tener en cuenta para detectarlo a tiempo, y cómo evitarlo cuando nuestros
hijos son víctimas de este acto escolar.
Nuestros
hijos, como seres humanos sociales, deben relacionarse con el mundo. Después de
su familia tendrán que enfrentarse a la escuela, donde ya no serán más el
centro de atención, sino uno más. Allí se verán obligados a hacer frente a
muchas situaciones y retos que los ayudarán a crecer y a madurar como personas.
Pero, ¿qué es lo que debemos aceptar que vivan nuestros hijos, y qué no?
Es ahí
donde muchos padres, docentes, e incluso los mismos educandos no se dan cuenta
de que estos están siendo víctimas, o son causantes del famoso bullying
escolar, que es el maltrato físico y/o psicológico deliberado y constante que
recibe un niño por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente
con el objetivo de someterlo y asustarlo. El bullying implica una repetición
continua de burlas o agresiones y puede provocar la exclusión social de la
víctima, según las teorías psicológicas y pedagógicas que estudian el tema.
¿Cómo darme
cuenta si mis hijos son víctimas de este acto social que se empieza a vivir a
diario? A continuación enumero algunos aspectos a tener en cuenta:
Tu hijo o hija ya no quiere ir a la
escuela. Se le pregunta los motivos y no responde.
Comportamientos somáticos, como dolor de
cabeza, de estómago; diarrea y vómito sin ninguna explicación médica.
Cambio de humor. Ya no es alegre y, por el
contrario, se aísla de sus amigos o familiares.
Aparición de moretones en el cuerpo. Al
preguntarle al respecto dice que se ha caído, y no cuenta el caso real.
Cambio de comportamiento. Llora, se muestra
irritable, se entristece de forma constante.
No quiere relacionarse con sus compañeros.
Busca excusas para no hacerlo y evita pasar tiempo a su lado.
Pierde o daña con frecuencia sus útiles
escolares.
Alteraciones en el sueño. Se despierta en
las noches manifestando haber tenido pesadillas.
Pide a sus padres que lo acompañen a la
escuela y que lleguen temprano por él.
A qué
deben estar atentos los docentes:
A los grupos de estudiantes en el patio o
en los pasillos. Son ocasiones idóneas para planear qué van hacer y a quién.
La poca participación de algún estudiante
ante el grupo. Ese estudiante al que no le gusta hablar ante sus compañeros por
temor a que se burlen de él.
Si constantemente se queja de haber sido
robado en el colegio.
Poca relación con sus compañeros. Hay que
indagar al estudiante sobre el porqué no se relaciona con sus compañeros.
Variaciones en el rendimiento escolar, con
pérdida de concentración y aumento en el fracaso escolar.
Decide no volver al colegio. Los padres
manifiestan que su hijo o hija no quiere volver al colegio pero que no da
motivos válidos para dicha deserción.
Cómo debemos actuar frente al acoso escolar:
No presiones a tu hijo o estudiantes a
contar su caso; a través del diálogo podrás descubrir de qué están siendo
víctimas.
Solicitar ayuda de un especialista. Esto
ayudará a tu hijo o hija a desarrollar confianza.
En el colegio debe existir el departamento
de convivencia, encargado de regular la agresividad en los estudiantes.
No dejar tanto tiempo libre a tus hijos.
Los juegos de video agresivos están llevando a los chicos en muchas ocasiones a
ser ellos los practicantes del bullying.
Si ves que se agrede a alguien, informar de
inmediato al colegio o a los padres del agredido.
Escuchar a nuestros hijos y estudiantes.
Solo ellos saben lo que en realidad se vive en el aula de clases. Por esta
razón debemos escuchar lo que nos cuentan y no dejar pasar nada.
El bullying
escolar se está haciendo presente en todos los lugares educativos, en unos con
menor frecuencia que en otros, pero se vive. No dejemos pasar estas cosas y
abramos el canal de comunicación con nuestros hijos y estudiantes. Docentes y
padres, ¿ya hablaron con sus hijos y estudiantes sobre este tema?
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