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Santiago 4.1-6 | Sabemos por medio de las Sagradas Escrituras que Dios derrama
continuamente bendiciones sobre sus hijos. Pero la mayoría de los creyentes no
siempre siente que sea así. ¿Qué podría estar impidiendo el flujo de la gracia
divina?
Proverbios
6.16-19 ofrece una lista de siete cosas que Dios aborrece. Ciertas actitudes y
conductas son consideradas detestables para Él, y la primera que se menciona es
la soberbia.
Nada
obstaculiza tanto el crecimiento espiritual como un espíritu soberbio. Por eso
Dios lo considera una abominación. La soberbia desordena las prioridades, de
tal manera que nos convertimos a nosotros mismos en la prioridad, en vez del
Señor.
En toda la
Biblia encontramos muchos ejemplos de este pecado. Por ejemplo, la serpiente
convenció a la primera mujer de que si comía del fruto prohibido, sería como
Dios (cp. Gn 3.5). Eso le sonó bien a Eva, quien evidentemente pensó que
merecería ese alto honor. Por tanto, ella y Adán comieron el fruto, y con ello
trajeron toda suerte de destrucción y sufrimiento al mundo.
Si usted ha
estado sufriendo a la espera de la bendición de Dios para su vida, un buen
primer paso es pedir al Señor que le muestre cualquier aspecto de su vida que
esté contaminado por la soberbia. Los brazos de Dios están llenos de
bendiciones que desea darle. Como dijo el predicador D. L. Moody: “Dios no
envía a nadie vacío, excepto a quienes están llenos de sí mismos”. Usted puede
comenzar dejando su orgullo al pie de la cruz. Entonces su vida podrá rebosar
de bendiciones.
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