Leer |
Filipenses 2.5-11 | Ya sea que usted haya sido creyente por muchos años, o
puesto su fe en Cristo como su Salvador hace poco tiempo, hay una cosa importante
que debe determinar en su corazón. Muchos cristianos entienden que Jesús murió
en la cruz por sus pecados. Pero ¿quién es Él hoy?
La Biblia
nos dice que Jesús es el Hijo de Dios, que se hizo carne y que entró en nuestro
mundo en la forma de un siervo. Vino a vivir entre nosotros y a hacer posible
que conociéramos a Dios. Luego, después de su muerte, su sepultura y su
resurrección, fue exaltado de nuevo a su legítimo lugar como Señor y Soberano.
Es esencial
que todo creyente entienda la persona y la posición de Jesucristo. A menudo lo
llamamos “Señor”, pero ¿qué significa eso? La respuesta es que, como Señor y
Creador, Él hizo y sostiene todas las cosas (Col 1.16, 17). Al poner nuestra fe
en el Salvador, aceptamos su legítimo lugar en nuestra vida.
Como Señor,
Él tiene autoridad sobre cada aspecto de nuestra vida. Somos ovejas que debemos
seguir al Pastor (Jn 10.2-15). ¿Se niega usted a reconocer que Él tiene el
derecho de determinar lo que hace y dónde va? Puede tener la seguridad de que
el plan de Dios resulta siempre en plenitud de vida.
Jesús no es
un gobernante distante y arbitrario; es su maravilloso y comprensivo Señor que
le ama y ha preparado el terreno para que usted sea salvo, después de haber
vivido una vida humana y sufrido inimaginablemente. Por eso, cuando Él dice:
“Sígueme; yo haré que tu vida tenga significado”, puede tener la seguridad de
que el Señor es digno de su confianza en todo momento.
(En
Contacto)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.