Leer | GÁLATAS 6.1 | Los
creyentes pueden llegar a tropezar en la senda de la fe. Según el apóstol
Pablo, nuestra responsabilidad es ayudar a los hermanos caídos a levantarse. He
aquí seis áreas en las que usted puede ayudar:
1. Trate de ayudar al creyente a ver
y reconocer su falta como un pecado.
2. ¿Acepta la responsabilidad por su
pecado? Es fácil culpar a otros por nuestras faltas, pero cada persona es
responsable de su propia conducta.
3. Anime a los creyentes a confesar
su pecado y arrepentirse. El arrepentimiento verdadero se traduce en un cambio
de conducta.
4. Puede ser necesario hacer
restitución. Por ejemplo, si algo fue robado, debe ser devuelto o pagado, o si
alguien resultó dañado emocional o espiritualmente, hay que buscar el perdón.
Las circunstancias pueden justificar la asesoría de un pastor.
5. Ayude al cristiano a determinar
qué lección puede estar Dios tratando de enseñarle. A menudo pasamos por alto
el hecho de que el Señor quiere comunicarse con nosotros en nuestros tiempos de
dificultad.
6. Aconseje al creyente que responda
a la disciplina de Dios con gratitud. Esto es difícil para cualquier persona,
pero por medio del castigo podemos aprender más acerca de nuestro Padre
celestial.
Nuestra responsabilidad como
hermanos en Cristo, no es condenar sino restaurar con gentileza. Debemos ser
sensibles a las heridas y necesidades de nuestros hermanos en la fe. Y luego,
si nosotros tropezamos también, podemos esperar un trato semejante en el mismo
espíritu de amor.
(En Contacto)
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