LEA: Marcos 10:35-45
| El consejo que leí en un libro
de autoayuda sonaba bien: «Haz solamente aquello en lo que sobresales, porque
allí es donde te sentirás más satisfecho». El autor intentaba ayudar a sus
lectores a crear la clase de vida que deseaban. No sé qué pensarás tú, pero si yo
hiciera solo aquello en lo que me destaco, ¡no lograría mucho!
En Marcos 10, leemos sobre dos discípulos, Jacobo y Juan,
que tenían planes sobre el tipo de vida que querían alcanzar: le pidieron a
Jesús estar a su derecha y a su izquierda en su reino (v. 37). Los otros diez
discípulos «comenzaron a enojarse» cuando oyeron la pregunta (v. 41)…
¡posiblemente, porque era la posición que ellos deseaban conseguir!
Pero Jesús aprovechó la oportunidad para enseñarles sobre
otra clase de vida: servir a los demás. Declaró: «… el que quiera hacerse
grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el
primero, será siervo de todos» (vv. 43-44). Al parecer, el servicio a otras
personas es el propósito de Dios para nuestra vida.
Incluso Jesucristo, el Hijo de Dios, «… no vino para ser
servido, sino para servir…» (v. 45). Al mirar el ejemplo de Cristo y depender
de la ayuda del Espíritu Santo, también podemos ser siervos y tener una vida
plena.
Las grandes ocasiones para servir a los demás ocurren rara
vez, pero las pequeñas nos rodean cada día.
(Nuestro Pan Diario)
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