Leer | LUCAS 3.1-14
| Si usted ha visto alguna vez un
desfile militar, sabe lo rápido que los soldados pueden girar y dirigirse en la
dirección opuesta. Si ellos intentan hacer esto mientras están inmóviles, la
orden es: “¡a la de-re!” o “¡a la iz-quier!” Si quieren volver atrás cuando
están marchando, la orden es: “¡media vuelta, ar!” En ambos casos, hay un
cambio abrupto que lleva en una dirección completamente diferente. Esta es una
buena imagen de lo que es el verdadero arrepentimiento. Implica un cambio de
mentalidad y comenzar a andar en la dirección contraria.
Uno de los más grandes predicadores del arrepentimiento en
la Biblia, es Juan el Bautista, quien llamó a sus oyentes a un cambio total de
dirección. Él había visto demasiadas demostraciones aparentes de
arrepentimiento sin ningún cambio de conducta. Juan insistía en que habían
personas que mostraban solo una contrición superficial, en lugar de “frutos
dignos de arrepentimiento” (Lc 3.8). Por lo que les exhortó a que compartieran
su ropa y su comida, que fueran justos en sus negocios, y que estuvieran
satisfechos con su paga. Es decir, debían cambiar su manera de vivir, y dejar
atrás sus viejos patrones de conducta.
Pero el arrepentimiento incluye algo más: la disposición de
restituir a cualquier persona que hayamos perjudicado. Cuando Zaqueo, el
cobrador de impuestos, recibió a Jesús en su casa, mostró la verdadera
naturaleza de su arrepentimiento al decir: “Si en algo he defraudado a alguno,
se lo devuelvo cuadruplicado” (Lc 19.8). Pídale al Espíritu Santo le revele
cualquier rectificación que usted tenga que hacer.
(En Contacto)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.