Os digo que
éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que
se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido. Lucas 18:14.
La oración
del cristiano siempre debe tener la característica preciosa de la humildad
hacia el Señor.
Algunos
creen que con sólo el hecho de orar, es señal de que se están humillando ante
Dios. Es posible buscar a Dios sin la suficiente humildad.
Muchas de
las oraciones del cristiano contienen soberbia, que hace ver a Dios como si fuera
una especie de “lámpara de Aladino” donde la frotamos y sale un sirviente que
hace lo que nosotros le pedimos. ¡Esto no es orar con un corazón humilde!
Orar con
una actitud de humildad significa que nosotros somos criaturas finitas,
pidiéndole ayuda a un Dios Creador e Infinito; que nos postramos ante El, pues
El es la único en el universo que nos puede ayudar.
La oración
sin humildad es la que quiere torcer el brazo de Dios, en cambio la oración con
humildad es aquella que busca descubrir y hacer la voluntad de Dios. La Biblia
está llena de pasajes donde dice que Dios resiste a los soberbios y le da
gracia y bendición a los humildes. ¿Con cuál actitud estamos teniendo nuestro
tiempo de oración al Señor? ¿Se caracteriza nuestra oración por la humildad?
CONFESION
DE FE: RENUNCIO A MI SOBERBIA ESPIRITUAL, Y ME HUMILLO BAJO LA PODEROSA MANO
DEL SEÑOR
Oracion:
Señor: Nada queda oculto ante tu poderosa presencia. Tú ves el corazón de cada
uno. Ayúdame a verte como lo que tú eres: El Señor de Señores y el Rey de
Reyes. Perdóname las veces que he intentado “torcer” tu brazo para que me
dieras lo que yo quería. En el nombre de Jesús. Amen.
Por:
Ritchie Pugliese; El Versículo del Día
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