Leer | GÁLATAS 6.9, 10 | No importa
lo cuidadosamente que planifiquemos nuestro tiempo, encontraremos obstáculos de
vez en cuando. Pueden ser interrupciones, errores de comunicación,
cancelaciones o demoras. No tenemos ningún control sobre muchas de estas
situaciones, pero podemos resolver ciertas clases de escollos.
Por ejemplo, podemos ajustar las
prioridades. Pensemos en la frecuencia con que dejamos que los demás determinen
cómo usar nuestro tiempo. En vez de mantener una agenda centrada en Dios,
podemos estar respondiendo a las exigencias de otras personas al permitirles
que decidan nuestras actividades, sin tener en cuenta la intención del Señor
para nosotros.
Las circunstancias pueden también
determinar nuestra agenda, si lo permitimos. Pero no podemos tener éxito en la
vida si nos permitimos alejarnos de lo que Dios quiere. Invertir tiempo en la Palabra
de Dios y aprender cómo obra el Señor, deben ser parte integral de nuestro día.
Otro obstáculo para alcanzar nuestra
meta es el aplazamiento de nuestras responsabilidades. Todos experimentamos
esto en algunas ocasiones, pero para algunos de nosotros, posponer las cosas se
ha convertido en un hábito. Cuando ese es el caso, el éxito nos evadirá
mientras perdamos el tiempo.
Un tercer obstáculo que podemos
vencer es la falta de concentración. Para tener éxito, debemos concentrar
nuestra mente en una tarea específica y no dejarla hasta terminarla. Tener una
motivación fuerte para cumplir el plan del Señor es útil, ya que así nos
esforzamos por terminar lo que valoramos y deseamos.
(En Contacto)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.