Leer | SALMO 101.1-4
| Una vez que tenemos el favor de
Dios por medio de la salvación, ¿tiene importancia la manera como actuamos? La
Biblia responde con un rotundo “¡Sí!”, y nos da numerosos ejemplos de vidas que
podemos imitar.
• Noé respondió a Dios caminando con Él cada día. Nuestro
Padre celestial responde positivamente a quienes caminan con Él, viven
obedientes a su Palabra, y escuchan con atención a su Santo Espíritu. Para
quienes creemos, eso significa no solo hacer de la Sagrada Escritura parte de
nuestras vidas, sino también aprender quién es Dios, y lo que a Él le agrada.
¿Qué tan bien lo conoce usted?
• Moisés, a pesar de sus objeciones iniciales, decidió
obedecer el llamamiento divino, y vivir conforme a la voluntad de Dios. El
Señor da su favor a quienes le obedecen y viven en términos de lo que le agrada
a Él. Para ello, es necesario aprender a pensar como el Señor lo hace. ¿Qué tan
parecidos son sus pensamientos a los de Él?
• Pablo, su único anhelo, después de su conversión, fue
servir al Señor. Trataba de dar lo mejor de sí con obediencia. El Señor da su
favor a quienes tienen un corazón inclinado a Él. ¿Está su vida centrada en
Cristo?
• María respondió con confianza, y no dudó cuando el ángel
le anunció que daría a luz al Mesías. Dios extiende sus bendiciones a quien
decide creer, aun cuando las circunstancias digan lo contrario. ¿Qué tanto
confía usted en el Señor?
Hallamos el favor de nuestro Padre celestial cuando tenemos
una mente que cree, un corazón receptivo y un espíritu obediente.
(En Contacto)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.