LEA: Marcos
6:30-32 | Me resulta fascinante pensar
en la fuerza de atracción de la luna sobre nuestros grandes océanos, lo cual
genera las mareas altas y bajas. Cuando estas mareas cambian, hay un breve
período llamado «estoa de marea», en que el agua no sube ni baja. Según los
científicos, en ese momento, el agua está «calma»; una pausa de quietud antes
de que vuelva a producirse el avance repentino del flujo de agua.
A veces,
nuestra agenda cargada de actividades puede hacernos sentir como si las
responsabilidades disputaran entre sí y nos tironearan hacia todos lados. Al
considerar el ministerio de Jesús, vemos que Él comprendió la intensidad de las
demandas impuestas sobre sus seguidores y la necesidad que estos tenían de
descansar.
Después de
volver de un ministerio itinerante en equipos de dos, los Doce informaron sobre
las maravillas que Dios había hecho a través de ellos (Marcos 6:7-13, 30). Pero
Jesús respondió: «Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un
poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían
tiempo para comer. Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto» (vv.
31-32).
¿Qué
responsabilidades están presionándote hoy? Sin duda, es apropiado planificar un
tiempo de descanso y relajación para renovar tu cuerpo y alma, para poder
servir de manera más fructífera a los demás. Jesús lo aconsejó, y todos lo
necesitamos. Allí te encontrarás con Él.
Pasar
tiempo en silencio con Dios puede darnos su tranquilo reposo.
(Nuestro
Pan Diario)
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