LEA:
Proverbios 4:14-27 | Mi esposa Martie es
muy cuidadosa cuando se trata de comprar alimentos saludables y nutritivos. Sin
importar cuán atractivo sea el paquete, ella revisa la lista de ingredientes en
el dorso de la caja. Muchísimas palabras difíciles de pronunciar suelen indicar
la presencia de conservantes que no ayudan a una buena nutrición. Siempre los
coloca de vuelta en el estante y sigue buscando etiquetas con listas de
productos naturales beneficiosos para la salud.
Suelo
pensar que sus hábitos para las compras se parecen mucho a lo que Dios busca en
nuestra vida: lo que cuenta es lo que está adentro, independientemente de cuán
atractivo pueda ser el exterior. No es extraño que el narrador de la sabiduría
de Proverbios nos advierta sobre lo que entra en nuestro corazón, «porque de él
mana la vida» (Proverbios 4:23). Vestirnos según la moda y mantenernos jóvenes
tiene poca importancia si interiormente abrigamos avaricia, odio, mal humor,
autoconmiseración y otros elementos contraproducentes.
Así que,
pregúntate: Cuando los demás observan el envoltorio de mi vida, ¿ven un corazón
lleno de ingredientes saludables y que honran al Señor? Añadiendo gracia,
bondad, paciencia y compasión, reflejaremos la naturaleza maravillosa de
Cristo.
El
contenido de tu corazón es más importante que el envoltorio.
(Nuestro
Pan Diario)
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