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Apocalipsis 19:6-9 | El libro To Marry
an English Lord [Casarse con un Lord inglés] registra el fenómeno del siglo XIX
sobre las ricas herederas norteamericanas que buscaban casarse con aristócratas
británicos. Aunque ya tenían riquezas, querían el estatus social de la realeza.
El libro
empieza con una visita social del príncipe Alberto, hijo de la reina Victoria,
a los Estados Unidos. Una multitud de mujeres pudientes llenaron la fiesta
organizada para el príncipe, con la esperanza de convertirse en la novia real.
Los
creyentes en Cristo no deben simplemente abrigar una esperanza, ya que tienen
asegurada una boda real en el cielo. Juan habla al respecto en Apocalipsis:
«Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del
Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista
de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas
de los santos» (19:7-8). Jesús es el Cordero, el Esposo del que hablan las
Escrituras, y los creyentes son la esposa.
Como esposa
de Cristo, debemos prepararnos para ese día, esforzándonos para vivir cerca de
Él ahora y en anticipación a nuestro futuro junto en el cielo. ¡Habrá gozo y
alegría, y daremos gloria (v. 7) al Rey de reyes y Señor de señores!
No hay
mayor privilegio que conocer al Rey de reyes.
(Nuestro
Pan Diario
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